Yo no soy marinero...

Algo así podría resumir este año.

Me embarque para navegar por aguas desconocidas, llena de ilusiones y la esperanza de encontrar una nueva tierra donde asentarme y comenzar a vivir.

El inicio de la travesía no fue nada sencilla, algunos problemas los puede preveer, después a mi lado había quien me ayudara a continuar en el camino.

Llegó el momento en que todos abandonaron el barco y me quedé sola. Eso me causó un enorme enojo y tristeza, que quiza hasta el día de hoy, es mi única compañera. Sin embargo, creo que debo de comprender que me lanzé a la mar yo sola. La nueva tierra era mi motivación y mi sueño.

Trato de encontrar la serenidad y comprender cuanto he avanzado y si es hora de redireccionar el camino. Las olas han sido enormes, y me han movido hasta lo más profundo de mi ser, me han causado preocupación y en un momento me han hecho cuestionar si de verdad tengo el alma de marinero que se necesita.

Más pausadamente, sigo mirando el horizonte, perdida en la inmensidad de recuerdos y añoranzas y entonces me doy cuenta que "yo soy el capitán del barco" y en mí esta el poder de decisión. No debo ser brusca, ni arrebatada, los movimientos así, sólo causaron más confusión.

Sólo hay algo de lo que estoy segura. "YO NO SOY MARINERO, POR MI SERÉ... Y POR TI SERÉ"