El orgullo mal entendido...

martes, 28 de diciembre de 2010

Mató mi vida, mis ilusiones, a la mujer soñadora que un día fui.


Me convertí en una piedra, rodando en el camino.


El tiempo no vuelve, pido a Dios sólo vida y salud. De lo demás nos ocuparemos juntos.

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