Papá Fitufo (El arqui) dice que ya no falta mucho... Así que este sábado nos lanzamos al D.F. a buscar las lámparas y focos necesarios para iluminar la casa.
Hace varios meses, que no voy a la Ciudad de México y la última vez que fuí.. fue como siempre, pensando en un lugar lleno de contaminación y gente siempre corta en el tiempo; ruidosa; desesperante; en donde tienes que estar a la vivas de cualquier extraño merodeandote.
Esta vez fue diferente... La verdad me hacía mucha ilusión, pues desde hace tiempo, historias, vivencias y recuerdos de la Ciudad de México me han hecho imaginar su corazón, latiendo, lleno de vida, luz y color, a través de cada uno de los personajes, monumentos, edificios y rinconcitos que en ella hay.
Y así fue... apenas entramos y nos dirigimos a Reforma, en mi cara sólo había una sonrisa, admirando cada lugar.
Topé con algunos recuerdos, como el Ángel de la Independencia y el restaurante a un costado; el hermoso Palacio de Bellas Artes, la famosa Casa de los Azulejos, la Torre Latinoamericana y mucho más... y conforme nos ibamos adentrando, más y más lugares me llenaban de emoción.
Supongo que corrimos con suerte, porque de las últimas veces que estuve por ahi con mi papá, recuerdo esas calles, llenas de gente, imposible pasar por ahí.... hoy hasta pude hacerle un poco a la oriental.
Cuando era niña, mi abuela paterna, vivia muy cerca de la Catedral Metropolitana, y cada fin de semana, si no estabamos en "Los Oranches", nos ibámos al D.F., así que me recorría el centro con mis papás.. Gastadera segura.. jajaja todo se me antojaba, comprabamos ropa, aparatos eléctricos, chunchilla y media para poner muy "cucas" a las niñas, peluchines, y recuerdo un cafe de chinos maravilloso, muy cerca de la casa de mi abuela, la panaderia, un restaurante donde todo lo que había tenia que ver con toros y hasta las calles de Tepito.
Una vez que estábamos en la zona de las lamparas y comezamos a caminar, mi emoción seguía creciendo, porque para entonces ya no sólo era lo que en largas charlas había imaginado, sino también mis recuerdos.
Fui al mercado de San Juan, en la calle de Ayuntamiento y me enamoré de unos vestidos chiapanecos hermosos, ya no quería regresar, quería quedarme toda la tarde ahí y recorrerla toda para sentir su palpitar.
UHhh.. la Ciudad de México... Llena de historias, de amores y desamores, de sueños e ilusiones, de gente, de tráfico, de prisas... de niños, de niñas, de flores, de apariencias, de pobreza, de lujo, de historia y tradición.
No mentí cuando dije que la Ciudad de México ya no sería la misma para mí. Y eso es lo que más me sorprende.... Una gran sonrisa y nuestros recuerdos llenó mi corazón.
Y el título de este blog... no es más que el título de una canción, de alguien a quien admiro y me fascina con todas sus canciones.... del México de los recuerdos... de mis papás.. mios y quiza tambien tuyos.
Gracias Amigo, por compartirme tus ojos, tu corazón, tus recuerdos y tu vida.
El Señor Salvador Flores Rivera, mejor conocido como Chava Flores (1920-1987) y conocido también como el Cronista Musical de la Ciudad, Cantor del Pueblo o Pintor de México, quien conjuntó la gracia y picardía popular y las hizo canciones.La primera que compuso fue "Dos horas de balazos" en 1952, a la vuelta del disco se incluyó: "La tertulia" a partir de entonces lanzó un éxito por mes, asi nacieron: "Boda de vecindad", "Peso sobre peso (Oye Bartola)", "La interesada", "El gato viudo", "Mi chorro de voz", "Ingrata pérjida", "Cuento de hadas", "El crimen del expreso" y "Llegaron los gorrones".
A veces me pierdo entre mis sueños y casi creo que son verdad.
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