No creí que fuera realidad, pero fue real y lo viví y fui muy feliz.
Aun quiero más, quiero seguir compartiendo la bendición de una vida, llenarla de aromas y sabores de Vainilla y Chocolate.
Cometí muchos errores, aun los sigo cometiedo, soy humana, tal vez no simple y sencilla, sino por el contrario complicada y algo extraña, llena de defectos, pero con amor verdadero y sincero en el corazón.
Pan con leche y remojado, los días más felices de mi vida, en los que pude vivir, ser soñar, creer, sentir, vivir, amar, llenar de mi vida de los sueños que siempre había tenido, disfrutar del amor y de la vida, de dulces besos y berrinches de Chilindrinas poniendose sus Moños, y parando Orejas para entender lo que se necesita.
Através de este tiempo muchas cosas han ocurrido, y algunos problemas hubo que sortear, sin embargo el amor se convertía en lo que fortalecía y llenaba de lo necesario para seguir.
Ahora, todo es distinto... y quiza tengo solo dos opciones, quiza untar un poco de mantequilla y no dejarme afectar o sólo tomar un cuchillo y terminar con todo.
Alguien que pide alejarse, tomar tiempo, respirar y vivir.
Alguien que sin más, en un segundo perdió al amor de su vida. La muerte se lo llevó.
Alguien que hoy tiene que tomar la decisión de dejar partir al compañero de vida, de alargar su agonía o sólo esperar.
Alguien que después de una larga espera ve partir a la mujer que lleno de amor su vida.
Un fin de semana... extraño, difícil, de Adiós.
No sé que haré cuando esté a mi lado, creo que tendré que escucharme y entonces sí... empezaré a pensar.
Tengo miedo, pero espero tener pronto una luz.
Jamás conocí a nadie con tanta nobleza en el corazón. Con tanto amor para su gente, con tantos deseos de pertenecer y saberse parte de su mundo, su vida y su familia.
Nunca a nadie, con ese carácter... tan fuerte y decidido, gracias al cual ha logrado miles de éxitos en su vida, y de los mejores, pues no son de aquéllos que se miran por fuera sino de los que se llevan en el corazón y se dejan a la memoria, al silencio y a la gratitud.
Alguien capaz de dar lo mejor... y lo peor de sí, por el bienestar de los demás.
Sonrisa tan enorme y llena de vida, de sueños e ilusiones; capaz de hacer cambiar al mundo, el pequeño mundo de una ciudad, por el de La Ciudad.
Contador de historias y "Dorados" en luchas de caricatura, tan hábil en los números como en sanar heridas y tiernamente revivir el corazón.
Gracias por dejarle llegar y hacerle quien es hoy.
Está en mi y como para muchos más, tambien reconozco que es un regalo su presencia y me siento muy feliz por ello.
No puedo si no desearle lo mejor, y dar lo que está en mí para contribuir a que así sea.
Gracias.
Algunas veces miraba en la tele las clásicas escenas de los chiquillos en Chapultepec, los uniformes escolares, los besos... los instantes que parecían de alegría y felicidad.
Recorrer La Ciudad... soñando, creyendo; con el corazón en la mano, descubriendo vidas y emociones, recorriendo caminos de colores.
El tiempo pasa volando y sin darte cuenta, un día más de ha ido... y aún sigues flotando, y quieres creer.
Una enorme sonrisa en mi rostro me hace pensar que es posible, que sería hermoso poder llenar mi vida tambien de instantes de alegría y felicidad y entonces VIVIR...
Ni siquiera trato de adivinar que es lo que sucederá.
2008 fue un muy buen año, mi familia tuvo muy buenas cosas, con algunos problemillas menores, pero todos con salud, amor, trabajo, aprendimos a ver la vida desde otras formas, vivimos el valor de la aceptación, nos entregamos con amor a nuestros trabajos y a cambio hubo muchas satisfacciones. En realidad hubo pocos momentos de tristeza y dolor, y si por el contrario muchas alegrías.
Aqui, mirando al horizonte, esperando las sorpresas que este año traera, sólo me atrevo a pedir cuatro cosas: salud, paz, fortaleza y amor.
Tengo tantos miedos como ganas de vivir pero sé que este 2009 para mí será un año de decisiones.