Qué será de ti...

martes, 4 de abril de 2017
Esa canción me recuerda tanto a ti. Sonaba en una rockola vieja y empolvada.
Me mirabas mientras la cantabas, y yo, como casi siempre, me perdía en tu mirada. No importaba nada mientras tú me respiraras, mientras llenaras tu cuerpo de mi y mi aroma.

Nada, mientras pudiera abrazarte y sentirme tan protegida, tan amada y tan cuidada por ti.

Estaba tan enamora. Quizá nunca dejé de estarlo.

Este día debía llegar. Sabía que tarde o temprano iba a suceder y por más que trataba de pensar qué es lo que haría o cómo reaccionaría... la sorpresa de hoy fue más allá de lo imaginado.

Me espera un gran silencio. Otra vez tendré que privarme de tu voz, tu mirada, tu cuerpo nervioso.
Sólo tuve una última oportunidad para soñar. Ya no habrá más; aunque este amor sea así: "Como pa' toda la vida no?"

Parece que aquí es donde el camino que habíamos retomado juntos aunque a distancia, se separa.

Me negaba a dejarte ir... en tu cumpleaños aún sonreía al escuchar "... mi primer amor" y "27 años" "la distancias es como el viento", todo eso mientras suspirabas. Hace dos semanas aún sentía tus besos en mi frente y el nerviosismo que siempre tienes cuando estamos juntos.

No me gustan las sorpresas y esta por ahora es la que más difícil de aceptar será.

En lo más profundo de mi corazón he de reiterar lo que siempre te he dicho: Que seas feliz es lo único que deseo para ti. Aunque nunca más hayamos podido coincidir de nuevo.

08/02/2022
Aún hay un café pendiente.
Se ha convertido en un té, porque la edad ya no lo permite. O puede ser una copa de vino, porque los años cayeron encima y es bueno para el corazón.
Nunca está, pero siempre está presente.  



Maravillosas coincidencias y una espera sin fin.

jueves, 23 de junio de 2016
“No se fíe de la apariencia de la gente. Las personas más peligrosas suelen tener un aspecto de lo más seductor: fascinantes, divertidas, impulsivas, arriesgadas, que viven al límite. A menudo esos rasgos externos nos ciegan y no vemos el peligro. Aprenda a mirar con el corazón, no con los ojos.” Brian Weiss.

Hace mucho no vengo aquí, aunque eso no significa que mis pensamientos o mis sentimientos hayan quedado en pausa. Desde luego que no.

Desde la última vez que escribí muchas cosas hermosas han ocurrido. Nuevamente he encontrado paz en mi alma, que a pesar de no estar del todo tranquila, por lo menos ya no siente tanto dolor, ni se muere a cada segundo.

Llegué a esta nueva etapa con una feliz conciencia de todo lo vivido, de todo lo aprendido y sobre todo el valor de cada decisión. Asumiendo de otra forma las consecuencias de cada uno de mis actos.

Mi corazón no se ha salvado de llenarse de miel y después verse nuevamente solo y triste, pero no es de lo que quiero escribir hoy.

HOY quiero escribir del regreso de mi sonrisa, desde el estómago.

Había dejado de sonreir, no podía sentirla; a veces una mueca en su lugar aparecía, pero lo cierto es que la serie de sucesos ocurridos en mi vida a partir de "la última vez... y el adiós"  hicieron que cada vez hubiera menos motivos para sonreir de verdad, para sentirlo desde lo más profundo, para sonreir con toda franquesa y sintiendo la emoción que una simple sonrisa conlleva.

Un día de octubre un "Hola", hizo que todo cambiara, todos los días empezaron a ser diferentes y al hablar de algunas coincidencias y repasar lo hecho y lo dejado de hacer, me hizo liberarme de muchos de esos sentimientos que no permitían que mi vida fluyera con naturalidad.

Era una voz conocida, hacía muchos años me había provocado desde risas hasta llanto y junto con esto la decisión de ser precavida en cualquier situación parecida frente a desconocidos.

Desde ese "Hola", raras fueron las ocasiones en las que no compartimos lo sucedido en el día; su sentido del humor fue/ha sido la mejor forma de repensar mi vida y sobretodo,  recuperar mi sonrisa.  

Hasta hace unas horas, me sentía triste al creer que nunca más volvería a escuchar sus tonterías.  Pero definitivamente,  estoy clara en que mucho del recuperar la sonrisa,  desde el lugar más profundo de mi ser,  es a él que se lo debo.  

Por eso,  por siempre estaré agradecida y sin duda te quiero.  

Por algún motivo hemos coincidido en esta vida y mi corazón sabe que no necesita ojos para disfrutar tan grata compañía.    

30 de abril 2015

jueves, 30 de abril de 2015

Escucho una canción que me recuerda a aquéllos días dramáticos de la Secundaria, cuando creía que el amor era eterno, que podría luchar por él siempre y que jamás terminaría. El primer amor, la primera ilusión, el primer beso, los sueños mágicos.


Ha pasado tanto en mi corazón a través de estos años; se ha roto tantas veces, se ha vuelto a llenar de sueños y nuevamente se ha vaciado.

No me gusta pensar que se ha endurecido, más bien pareciera que ha aprendido que nadie muere de amor. que alguien puede llenarte de detalles, que sólo imaginarlo puede causar una explosión de sentimientos y sensaciones; y, en un segundo, puede desaparecer o simplemente dejar de existir, de estar ahí todos los días.

Ya no soy la quinceañera soñadora, aunque reconozco que sigo siendo romántica. En lo más profundo de mi ser aún sueño con ese amor mágico que hace flotar.   Pero no lo traigo encima, sé que la realidad, al menos la mía ha sido diferente.

Estoy en una etapa de mi vida en la que tengo plena conciencia de los errores cometidos, las buenas entregas y los sueños hechos realidad; me encuentro menos angustiada por vivir el amor y la pasión como en aquéllos años de la juventud. He saboreado cada instante de los que he vivido sólo ternura y alegría, como aquéllos en los que la pasión en todos sus sentidos se apoderó de mi.

Han pasado 25 años desde aquéllos días dramáticos y ese amor primero que me hacía soñar se ha transformado.  Por fortuna, tengo la dicha de que precisamente ese amor aún forme parte de mi vida, aunque de una manera diferente.

Hoy, ambos con toda madurez recordamos bellamente eso que fuimos y todo lo que juntos descubrimos, pero sobre todo tenemos la enorme dicha de disfrutar de esto tan bello que al paso del tiempo nos dejó.

El amor no cambia, sólo se transforma, porque en realidad vuelve quien nunca se fue y se va quien nunca estuvo.
Porque decir adiós es tan ajeno cuando se ama y tan noble cuando no.

De nuevo, Gracias.

martes, 9 de diciembre de 2014
Nuevamente ha llegado el día para agradecer las bendiciones de mi vida.  

Cada una de las lágrimas y enseñanzas que con ellas ha habido.  

Cada una de las sonrisas y el gusto de compartir con los hermosos seres humanos que han cruzado en mi camino y contribuido en parte,  a hacer de mi la mujer que hoy soy.  

He tenido un maravilloso amanecer,  con las voces que siempre están presentes este día.  Más  que otras ocasiones, hoy he recibido un sinfín de muestras de cariño que no esperaba y sobre todo amor, atención,  gratitud. 

Me siento satisfecha con lo que he hecho. No me arrepiento de ni un sólo día de mi existencia.  
He amado con toda la intensidad que hay en mi ser.
Me he entregado a los sueños,  al amor,  a la vida. 

Las flores y sus colores han iluminado mi entorno y además han perfumado cada uno de mis pasos, para recordarme que aunque a veces he creído en el sinsentido de mi existencia, hay huellas que sin querer he dejado y por supuesto que eso,  emociona mucho a mi corazón. 

En el recuento,  me doy cuenta que aún  tengo muchos pendientes,  pero... Para qué es la vida si no par cumplirlos.  
Sigo trabajando en ellos,  con una nueva actitud y sobretodo una nueva conciencia.  Así  que con mi fe y sobretodo mi acción,  se que poco a poco los seguiré  cumpliendo. 

Y aunque aún hay piezas faltantes, puedo decir que tengo todo lo que quiero; porque quiero todo lo que tengo.  Hoy,  celebro a la vida y todos los días disfruto del amor y la paz. 




A ella le contaría. En mis sueños y el corazón.

sábado, 15 de noviembre de 2014

 Mi vida hermosa. 
Odiábamos los viernes y él era lo mejor mis lunes.  




“- Mamá…¿Qué haces cuando la persona que mas necesitas es la que mas lejos está de ti?
- La distancia no significa nada, hija, cuando alguien significa todo.
- No me refería a que está lejos geográficamente, sino que no puede estar tan cerca de mí como quisiera.
- ¿Te enamoraste?
- No lo se…la verdad es que me molesta sentir tantas cosas. Es increíble como una persona te puede cambiar el estado de ánimo. El tiene ese extraño poder, una palabra suya, un gesto…y siento que cambia mi día.
- Uf! Se algo de eso. ¿Sientes que te entiende?
- Como ninguna otra persona en este mundo! 
- Y bueno…amar es encontrar a alguien que te entienda sin dar demasiadas explicaciones. ¿Eso es lo que te molesta? 
- No se si me molesta…mas bien me enamora.
- Un gran hombre es ese alguien que despoja despacito tus secretos...es un señor, más que todo un ser humano que como nosotras tienen sus historias pasadas, bien o mal vividas. Un verdadero caballero no te quita la ropa, sino que te va robando los secretos que creías tener muy guardados, hasta que un día te deja con el corazón expuesto, desnudo.
- ¿Y eso es malo?
- Según quien sea. Cuando logra llegar a tu corazón, ya no hay mucho que puedas hacer. Por eso ruego que sea un caballero.
- ¿Lo dices por papá? 
- Lo digo por todos los hombres. Aunque tu padre era muy especial.
- Cuando las mujeres decimos “muy especial” es porque hay cosas que no nos gustan.
- Hija, nadie es perfecto; ser hombre es…buscar dentro de su corazón el sentimiento que lo hace un caballero. Cuando encuentres al tuyo, te hará sentir sublime, amada. Todo lo demás, no tiene importancia.
- Y pensar que yo me prometí a mi misma que jamás me iba a volver a enamorar!
- Jaja, no puedes prometerte eso! No es algo que puedes manejar o razonar, hija. Ojalá fuese una decisión que se toma con la mente. El corazón es el que decide. Si eres difícil para enamorarte, la vida me ha enseñado lo que es la perseverancia de un buen hombre. “Si una gota de agua que insiste logra penetrar una roca, de forma inevitable se cuela por la más insignificante grieta y aunque la roca no quiera, logrará…
- …Bañar su corazón!” Conozco la frase. Eso solía decirlo papá.
- El si fue un hombre perseverante, de esos que sin apuro…van adueñándose de a poquito de tus sentimientos, como un intruso, de esos que un día te dicen: “¿Señorita, sería tan amable de dejarme poner mi bolso en este rinconcito de su corazón?” y tu muy ingenua le respondes: “Claro, no puedo negarle eso a nadie”, pero luego de unos meses, se termina adueñando de todo y tu te preguntas ¿Cómo lo logró?
Un hombre apurado no logrará mucho, pero si realmente se toma su tiempo…logrará tenerte. No quedan muchos hombres así, son especies en extinción.
- ¿Papá era así?
- Tu papá era un niño. 
- ¿Por?
- Porque la mayoría de los hombres siguen siendo niños. Sienten temores, tiemblan cuando nadie los ve, les gusta ser el centro de atención de la mujer que robó su corazón. Y así como son niños, te bajan la luna si desean conquistarte, bajan estrellas, no anotan fechas, olvidan aniversarios, son distraídos, pero con una mirada al alma te llevan hasta el cielo.
- ¿Y si luego me rompe el corazón? ¿Y si algún día me defrauda?
- Es un riesgo que las mujeres debemos correr. Si lo que te pasa es que tienes miedo, solo puedo decirte que si no pruebas no lo sabrás nunca. Tu padre solía decir: “¿Cómo vas a extrañar mis besos si no sabes cual es el sabor de mi boca? ¿Cómo vas a extrañar mis abrazos si no sabes como aprieto? ¿Cómo vas a extrañar olerme si no sabes cual es mi aroma? ¿Cómo vas a buscar refugiarte en mis brazos cuando el despertador suene si no estoy contigo en la mañana? ¿Cómo vas a extrañar mi saludo y mi regreso si ni siquiera me he despedido de ti?”
- Todo un poeta papá…¿estuviste perdidamente enamorada de el?
- ¿Acaso las mujeres sabemos amar de otra forma? A diferencia de algunos hombres, las mujeres no nos “enamoramos un poquito” ni tampoco “amamos a medias”. Eso es justamente lo que pone en constante peligro a nuestro corazón. Claro que lo amé perdidamente! Por eso, si realmente amas a este hombre, no dejes de hacérselo notar; estoy segura que el lo está necesitando.
- ¿ “El” lo está necesitando? ¿Ni siquiera sabes quien es y resulta que ahora estás de su lado? Yo soy tu hija! ¿Lo recuerdas?
- Es que si ese hombre, sea quien sea, logró llegar a tu corazón, es alguien que merece tenerlo y punto.
- ¿Y “punto”? ¿Así resuelves las cosas? ¿Te vengo a contar que me siento confundida y tu solo me dices que a el le hace falta mi amor? ¿Y lo que yo siento no importa?
- Lo que tu sientes ya no tiene vuelta atrás. Es que conozco esa mirada y conozco a mi propia hija. No estás confundida, estás enamorada hasta el alma y no hay mucho mas que hacer, solo decírselo. Sea que te rompa el corazón o te lo cuide por el resto de tu vida…ya no te pertenece.
- En realidad entre nosotros nunca pasó nada, pero siempre hubo algo. Hay algo que ambos sentimos, que está allí, en el aire. Cuando yo le hablo, el me hace sentir que en ese momento no hay nada mas importante en todo el universo que aquello que le estoy diciendo. Está pendiente del mas mínimo detalle.
- Me sigues hablando así y me termino enamorando yo de el!
- Mamá!!!
- A propósito, ¿qué día es hoy?
- Viernes ¿por?
- Porque estaba pensando que los viernes siempre son muy buenos para decir “Te amo”...”

Has visto la lluvia?

martes, 14 de octubre de 2014
Algunas veces miles de palabras resuenan en mi cabeza,  me piden salir, dejarlas reposar en el papel.  Otras veces,  se quedan ahí dando vueltas,  porque necesitan llegar a cada parte de mi cuerpo y ahí  convertirse en sensaciones para recordar o para olvidar.  

No siempre les concedo lo que piden, porque debo cuidar mucho que no se conviertan en cristales que además de verse bien,  hieran. 

Quieren pedir, agradecer, maldecir,  ofender,  presumir,  reclamar,  preguntar,  amar,  recordar y también  llorar.  

Son como gotas de lluvia, frescas pero abundantes y así  es como se convierten en un desastre.  Un inmenso motivo de preguntas y nuevamente de dolor.  

 Porqué?  .... 



De nada sirve saber cuánto duele.

miércoles, 9 de julio de 2014
Ha pasado el tiempo y este,  el rincón donde soy yo en contacto con mis sentimientos, con mi esencia,  con lo que en realidad soy; se ha llenado de silencio,  de ausencia.  

Es así porque me prometí no volver llena de dolor,  porque me prometí curarme antes de regresar a escribir unas líneas; y no he podido,  a pesar del tiempo... no he podido.  

Sigo llena de emociones incontrolables,  de lágrimas y decepciones.  De dolor.  

Quisiera que fuera diferente y aunque cada día me esfuerzo en encontrar algo que agradecerle, mi corazón sigue triste por lo que no vio y lo que no escuchó.  

No es sorpresa,  ya lo esperaba...  Tarde o temprano tenía que suceder porque no es más que la realidad.  No soy parte de su vida,  aunque él sigue siendo esencial en la mía.  

No,  no sabe nadie que es lo que siento y la forma en que dia a dia lidio con ello y...  Tal vez es mejor así porque es algo que definitivamente a nadie mas le importa, a nadie más  le incumbe, sólo  a mi.  

Ha pasado el tiempo y aunque ahora hay calma,  me sorprende todo lo que en este tiempo ha sucedido.  Los golpes inesperados, la forma en que a todo me he repuesto y aún  sigo amando.  

Su partida fue sólo el principio de las muchos daños que habría de superar.

Hasta ahora he comprendido el porqué de mi suspensión en el tiempo.  Mi batalla apenas comienza,  este descubrimiento  me hizo compréndelo así.  Ahora la palabra “hacer” tiene un nuevo sentido.  

Y él,  él tiene un lugar en donde mi corazón  lo necesita.  Otra vez gracias por todo,  amor.  Namasté.