Y entonces diré...

jueves, 26 de febrero de 2009

Jamás conocí a nadie con tanta nobleza en el corazón. Con tanto amor para su gente, con tantos deseos de pertenecer y saberse parte de su mundo, su vida y su familia.

Nunca a nadie, con ese carácter... tan fuerte y decidido, gracias al cual ha logrado miles de éxitos en su vida, y de los mejores, pues no son de aquéllos que se miran por fuera sino de los que se llevan en el corazón y se dejan a la memoria, al silencio y a la gratitud.

Alguien capaz de dar lo mejor... y lo peor de sí, por el bienestar de los demás.

Sonrisa tan enorme y llena de vida, de sueños e ilusiones; capaz de hacer cambiar al mundo, el pequeño mundo de una ciudad, por el de La Ciudad.

Contador de historias y "Dorados" en luchas de caricatura, tan hábil en los números como en sanar heridas y tiernamente revivir el corazón.

Gracias por dejarle llegar y hacerle quien es hoy.

Está en mi y como para muchos más, tambien reconozco que es un regalo su presencia y me siento muy feliz por ello.

No puedo si no desearle lo mejor, y dar lo que está en mí para contribuir a que así sea.

Gracias.

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