Yo.. tan triste aqui.

Este Lunes, al llegar a mi trabajo me encontré con una noticia que me dejó consternada.
Un jovén, hermano de una de mis compañeras de trabajo y buen amigo mío y de mi hermana, había fallecido el sábado.

No podía creerlo.
Casi siempre cuando alguien deja esta tierra, quienes nos quedamos, nos deshacemos en halagos y buenos comentarios, muchos hacen mofa de ello; sin embargo, en este caso, de él no puedo decir más que cosas buenas, y todas verdaderas.
Un chico amable, caballeroso, noble, atento, de hermosos sentimientos, cariñoso con su familia, un excelente ser humano, muy jóven - apenas 27-, sonriente y un muy buen hijo.

Nada, ya no pude decir ni pensar nada. Me quedé impresionada.

La muerte de alguien, invariablemente nos lleva a la reflexón. Y yo no fui la excepción.
Pensé que pronto sería su cumpleaños; que hace un año cuando lo conocí el hacía tremendo esfuerzo estudiando dos especialidades, además con el demandante trabajo y sin embargo nunca dejaba de sonreir y tener buenas palabras para los demás.
Y un año después, nos sentimos tristes por su partida.

Este día en misa, el sacerdote hablaba de la pérdida de un hijo, que debemos entender que Dios nos da la vida como un regalo y no como una posesión.
Que tratándose de un hijo, Dios los da para que sus padres lo crien, lo alimenten, lo eduquen, LO AMEN, y cuando llegue el momento lo dejen partir a iniciar cualquier nuevo camino que para él esté preparado, lo que incluye, incluso la muerte.
Y que como un camino más que Dios planea para ellos, era que entonces tenían que dejarlo ir.
Además agradecer el haberlo tenido entre nosotros, y dijo: "ES MEJOR HABERLO TENIDO Y AMARLO, QUE JAMÁS HABERLO CONOCIDO ".

Y además, dijo, que la muerte de alguien, siempre nos deja una enseñanza, que es inevitable que ello ocurra.

La ausencia de José D, a mi hermana le ha enseñado a dejar de limitar sus sentimientos, por pena y/o apatía; y a mí, a dar Gracias a Dios por todos los días en que me regala la vida.

Este pedacito, es en recuerdo de la gente que alguna vez ha formado parte de mi vida; a la que Dios me ha dado la dicha de amar y hoy ya no están aquí fisicamente, pero que SIEMPRE llevo en mi corazón.

Abuelo Francisco.
Abuelo Benito.
Abuela Angela.
Tía Paquita.
Tio Benito.
Primo Paco.
Carlos.
Don Agustín.
José D.
Mauro.
Tito.
Doña Mide.
Don Joaquín.
Dr. Colorado.
Sra. Colorado.

Cuando yo me vaya...No me olviden. Llevenme siempre en su corazón.
Los amo.!!!