Más que un perro.

miércoles, 30 de agosto de 2006
Hoy murió Giggio, mi perro, mi mascota, mi amigo por mas de diez años.
Hoy no lloré tanto, como cuando murió su ma,pero en mi corazón tengo tristeza.
Finalmente, fue un amigo. De hecho, por muchos años no hubo más amigo que él, era parte de mi familia.
Tantas tardes en casa, llore a su lado, por un amor, por enojo e incluso cualquier berrinche de niña. Siempre a mi lado, haciendome reir con alguna gracia, recuerdo cuando siendo un cachorrito le encantaba jugar con la pelota de fut, apenas y podía con ella; que donde quiera que estuviera, un chiflido mio bastaba para que sus patitas regresaran veloces a la casa aunque a veces por andar de loquillo en otro lado con otra perrita se tardaba un poco más.
Las primera veces que salío a la calle se ponía feliz, disfrutaba de la libertad y mi hermana, mi ma, mi pa y yo corríamos desesperados detrás suyo, no queriamos que se fuera a perder. Déspués nos cansamos de hacerlo y no dimos cuenta que siempre regresaba a casa pero más feliz, porque había recorrido el mundo alrededor.
Después de casarme, mi esposo y yo lo quisimos llevar a la casa, que con pisos de madera, lo conviertieron en un elegante caballero, caminaba con tal fineza que de verdad parecía que se sintiera extraño, él acostumbrado a la tierra y el pasto de la casa de mis papás.
Cada día al llegar a casa de mis papás lo veía en la puerta, a kilometros sabía que me acercaba y brincaba a mis brazos, se tiraba al suelo esperando una caricia y con lenguetazos y su cuerpo entero expresaba el amor y el agradecimiento.
Es increible, de que manera esos pequeños seres se adueñan de nuestro corazón y podemos amarlos tanto.
Giggio, nos dejó una gran lección y un hermoso recuerdo.
Te voy a extrañar mucho Chaparro!!!